top of page

Junta fuerzas y corta la soga.​
​
Relajado, se entrega a la oscuridad desprendiéndose de lo que ya no es necesario.
​
Puede, de a poco, sumarse a la danza, a la sencillez de una única tarea y la paz de la taxia compartida.
​
Cambia su cuerpo por agua, sus manos por nada.
​
La conciencia cede y donde antes estaba él ahora no hay más que luz.
​
Sólo luz.
​
Luz en la noche.
Un último pensamiento eléctrico antes de deshacerse; una última sinapsis cortando el río como un rayo diminuto.
​
Hola, tío. ​
bottom of page